Me imagino que a todos nos ha pasado alguna vez, hemos conocido a alguien que ha sido el pilar fundamental de una parte de nosotros. Pero de un día a la mañana dejáis de quedar, de hablar.
Pasáis de hablar todos los días, a todas horas. En todo momento. A no hablar nada, ni un «Hola», ni un «que tal estas?». Ya no os contáis la vida ni los momentos, no compartís risas, ni siquiera recuerdos.
Os habéis convertido en lo que tantas veces os prometisteis que no seríais, en un vago recuerdo. En aquella persona que solía quedar contigo, aquella que solía compartir carcajadas contigo.
Os habéis convertido en eso. Aunque te escueza.
Tú intentas retomar aquella amistad, poco a poco. Hablándole, intentado ver a esa persona, que lo único que hace es darte largas. Darte excusas. Haciéndote sentir como una mierda
Al final te cansas, pero es que si esa persona no quiere seguir quedando contigo, no quiere seguir formando parte de tu vida, te jodes.
De todas formas, el mundo está llena de personas increíbles, que no se te olvide.